ORIGEN
El concreto se ha utilizado desde tiempos primitivos para encontrar un espacio habitable, por ello el hombre desarrollo técnicas precarias de construcción.
Con el tiempo, fueron los egipcios quienes desarrollaron
estas técnicas, para construir la pirámide mezclaron materiales compuestos
(arena, piedras, paja y arcilla del Nilo) para obtener ladrillos. A pesar de la
imaginación de los egipcios, fueron los romanos quienes implementaron novedosos
estudios. Por ejemplo, encontraron que la combinación de elementos volcánicos,
piedra caliza y rocas daba como resultado una mezcla más resistente.
Estos concretos se denominan "opus cementerium" y
se caracterizan por una fuerte resistencia al paso del tiempo. Cuando se mezcla
con agua, el resultado es una masa consistente que proporciona una mayor
durabilidad. El Imperio Romano desarrolló la técnica del concreto reduciendo el
peso de las estructuras diseñadas. Utilizaron varillas de metal para reforzar
los cimientos de monumentos mitológicos como el Coliseo y el Partenón.
Desde el siglo XX, el desarrollo de nuevas tecnologías para cemento y concreto se ha centrado en una mayor sostenibilidad ambiental en la producción de cemento y concreto, materiales cementantes sostenibles y más aplicaciones de los estándares CS (sellos internacionales y nacionales de CS) de construcción sostenible, así como un mayor control de la normativa de calidad de investigación e innovación en la materia